jueves, 21 de junio de 2007

Esta tarde te he escrito un mensaje. 27 horas antes del momento en que tengo pensado enviártelo.
¿Lo peor de todo? Que no es la primera vez.
Más o menos una vez al mes, 12 veces al año, desde hace... demasiado ya..., me hago la misma pregunta: ¿hasta qué punto se supone que no perder la esperanza es sano? ¿cuándo deberíamos aceptar que no, que ya pasó, que no hay nada que hacer?
Tengo 2 equipos ahí dentro. Ya no son angelito versus demonio, son la selección de angelitos vs la selección de los demonios. Cada una con sus tácticas, sus maniobras tan bien pensadas, sus movimientos que me conozco perfectamente después de tanto tiempo... agh,agh,agh.

Confusión.

No hay comentarios: